lunes, 7 de abril de 2014

ENTRE TÚ Y YO

Aquel día, que surgió en sus vidas, casi llegó a ser como la gota que colmó el vaso, pues Joanna tenía muchas cosas que esconder a su querido novio y por entonces cortejador. Así que, ese mismo día pensó que si lo provocaba obtendría su nulidad como novios y no como casados puesto que no lo estaban. Pero Josemi se lo pensó concienzudamente, y es que no la quería perder. Ella que no era propicia a andarse con muchos rodeos, por lo pronto se decidió a contarle a Josemi que tonteaba desde hacía ya un tiempo con Ismael. Entonces, surgió la cara de preocupación de éste:
     • ¿Quién es Ismael? 
     • Un joven bien avenido, que lo posee todo como para tener mi amor.
     • Pero, ¿acaso no sabes que soy yo quien más te comprende?
     • No, no lo llegarías a comprender. El espejo se ha roto y solo quedan pedazos en el suelo.
     • Como te atreves a calificar así, nuestra relación.
Éste no medió ninguna palabra más y dejándola sola, dubitativa se marchó porque  consideró que quizás esa no era la forma más correcta de cortar con una relación. 
Dio la casualidad de que estando ese día en un bar, Ismael  conoció a Emily y se enamoró de ella. Por lo que decidió contarle a Joanna que había conocido a otra:
     • ¿Quién es Emily?
     • Una joven de muy buen ver, que me petrifica la mirada cada vez que yo la veo.
 Y la historia se repitió pero esta vez en su contra, quien probaría su propia medicina, aquella misma con la que actuaría tiempo atrás despreciando a su novio. Así que se quedó sola y pasado poco tiempo supo de Emily, que iba con su ex-pareja. 
    • Pero, ¿Cómo se atreve? Pues no es mi ex Josemi y que hace con esa tal Emily. Tendré que decirle algo. Esta se acercó hasta él y le dijo: acaso, ¿no soy yo quien más te comprende?
Él sorprendido le contestó: 
    • El espejo está roto…pero tú puedes volver a verme, cuando quieras puesto que quizás no haya  nadie más a quien ver. 
    • ¿Qué dices?
    • Que yo ya sabía lo de Ismael y quiero que sepas que todo esto ha sido una farsa para que recapacites. Solo quiero que sepas que no solo yo te puedo desear sino que eres apetecible a otros hombres pero debes ser fuerte, porque yo no iría por ahí con otra de no ser por un motivo, conquistar tu amor.

Entonces, ésta intuyó que sin llegar a ser una farsa en su totalidad, estaban hecho el uno para el otro. Puesto que lo que parecía algo premeditado en sus vidas, no llegaría a serlo. Descubrieron que las dotes de uno engatusaban a los otros y así se desengañaron y volvieron juntos otra vez porque siempre tenían algo que contarse y por lo que estar el uno con el otro. Así pues, se dieron cuenta que más que comerse un yogurín, era mejor llegar a comprenderse. Lo extraño fue lo que unió el azar tanto a Ismael como a Emily se convirtió en la boda más cercana de dos amigos y una vez que éstos se casaron. El siguiente enlace matrimonial fue el de ambos dos porque como todos sabréis siempre hay momentos de indecisión en una pareja y ésta no iba a ser menos. 
Pasados los años contaban a los suyos que sabia era la madre paciencia y como era de esperar nada de creer en espejos rotos que dan mala suerte, puesto que no conduce a nada solo a recapacitar sobre algo que jamás  debería haber pasado, pero la vida es así con sus altibajos y sino que se lo pregunten a cualquiera, pues ya todos de sobra lo sabréis que no todo el monte es de orégano.




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