Tocarnos es fundamental.
Es uno de los antidepresivos naturales por excelencia.
Podemos recorrer a una persona con una mirada. Decimos “me han desnudado con una mirada” Incluso, podemos acariciar con la nariz, la lengua, la piel, el tacto, las pestañas cuando hay un beso a lo mariposa. También lo podemos hacer mediante las palabras "Hay que acariciar con las palabras para entrar en contacto". Es tan agradable sentir que nos están escuchando.
No solo alabando en el acto, y después del mismo en la cúspide de dicho acto sexual (el orgasmo) cuando hablamos lo que estamos haciendo es sentir el lenguaje limpio puesto que no hay nada como hablarse para saber lo que el otro realmente siente, después de gemidos, quejidos, besos y demás.
Incluso los animales se acarician para estar más unidos.
Cuando acariciamos con ciertas partes de nuestro cuerpo, estamos conectando con esa persona para comprendernos mejor y no hablo solo de sexo. Una simple caricia y podemos simpatizar con la gente. Con la que podamos sentirnos más agradables con los demás quienes puedan sentirse, mayoritariamente agradecidos por un correcto o buen trato hacia su persona.
Hay otras maneras de acariciarse, por ejemplo una que recuerde es con una pluma. Con ella sentimos experiencias inolvidables.
Las caricias son mucho más que expresiones de amor, es una forma, además, de tener empatía con los demás. Es una forma de expresar nuestros sentimientos, algunos son gestos de amabilidad hacia lo que nos rodea en la naturaleza tanto humana, animal…
Todo esto hace un conjunto que no solo tenga que ver con el acto en sí, sino que a la vez, descubramos que las caricias son algo más que sexo y ante todo que las caricias son algo más que sentimientos , así como condición descubrimos que una caricia es una misma cosa, que tenemos casi siempre como algo positivo.
Extraído del programa Atrévete (Cadena Dial) 9:50h (10-04-2014) y comentado por mí.
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