lunes, 15 de febrero de 2016

EL CORREO DEL VATICANO

Varias cartas revelan la íntima amistad entre Juan Pablo II y una filósofa estadounidense. El Pontífice y la mujer, casada y con tres hijos, estuvieron escribiéndose durante años 

       El papa Juan Pablo II mantuvo una estrecha amistad de más de 30 años con una filósofa estadounidense de origen polaco. La amistad comenzó en 1973, cuando Anna-Teresa Tymieniecka contactó con Karol Wojtyla, entonces arzobispo de Cracovia, por un libro de filosofía que este había escrito. Ambos decidieron encontrarse para discutir su trabajo y, poco después, comenzaron a escribirse. Un intercambio epistolar que duró años. Las cartas entre Wojtyla —elegido papa en 1978— y Tymieniecka se han mantenido lejos de la luz pública en la Biblioteca Nacional de Polonia durante años. Los documentos revelan, según un documental que emitirá este lunes la BBC, una cara distinta del Pontífice.
        Las cartas de Wojtyla eran, al principio, más bien formales pero a medida que su amistad con Tymieniecka —casada desde 1956 y con tres hijos— se fue haciendo más estrecha, las misivas se fueron volviendo más íntimas. En ellas, no obstante, no hay ninguna evidencia de que el Papa rompiera sus votos de celibato, precisa la BBC. Wojtyla y Tymieniecka trabajaron conjuntamente en una versión ampliada de la obra del arzobispo de Cracovia, que finalmente se publicó en 1979, un año después de que él fuera elegido papa; tenía 58 años y se transformó en el pontífice más joven del siglo XX. Se reunieron muchas veces. A veces con sus secretarias presentes; otras veces a solas. Y siguieron escribiéndose.
          La amistad entre la filósofa y el pontífice, que murió en 2005, no era desconocida. Él la visitó en Estados Unidos en 1976, cuando asistió a una conferencia católica. Ella también le visitó muchas veces en el Vaticano. Algunas fotografías que nunca se habían difundido les muestran juntos. Compartieron varios viajes por el campo y vacaciones de esquí ; ella le visitó muchas varias veces en el Vaticano. Y él, describe a Tymieniecka como un “regalo de Dios”.
           Sin embargo, las cartas de Juan Pablo II sugieren que la mujer parecía mostrar intensos sentimientos por él. En una de esas misivas, fechada septiembre de 1976, el pontífice escribe: "Mi querida Teresa, he recibido las tres cartas. Escribes sobre sentirte desgarrada, pero no puedo encontrar ninguna respuesta a esas palabras”. Las cartas de la filósofa estadounidense, que murió en 2014, sólo unos meses después de que Juan Pablo II fuera canonizado, no se han revelado.
            Wojtyla regaló a Tymieniecka una de sus posesiones más preciadas, un escapulario. En una carta de diciembre de 1976 le explica el significado del obsequio: “Desde el año pasado estoy buscando una respuesta a tus palabras ‘Te pertenezco’, y finalmente, antes de dejar Polonia he encontrado la forma, un escapulario. La dimensión en la que acepto y te siento en todas partes y situaciones, cuando estás cerca y cuando estás lejos.

Opinión de Eumai: Esta noticia puede ser una buena excusa para abrir el debate sobre el celibato dentro de la Iglesia Católica, que desde el siglo XIII exige a sus sacerdotes, re-abrirla seriamente - ya que como dijo el Papa Francisco, no es dogma de fé-, . A lo largo de mi vida he encontrado tres grandes opiniones; la primera es: ¿cómo aconseja un sacerdote católico sobre la familia si el no está casado?, ¿que es lo que sabe sobre pareja, crianza de hijos etc, esto es sobre el matrimonio y familia a otros que están casados y son la mayoría dentro de la Iglesia Católica?. La segunda: es esencial para encauzar sus sentimientos y así no habría pedofília dentro de la Iglesia Católica. La tercera: sería mejor para el sacerdote para realizar sus tareas y tener un apoyo emocional. Otra opinión sería: los apóstoles estuvieron casados y fueron fieles seguidores de Jesús.
Según estudios intra-eclesiae (que hace la propia Iglesia dentro de sus comunidades) el problema del celibato no lo tienen los curas, obispos, cardenales y el Papa, si no la propia feligresía, que ve muy revolucionario o muy moderno que un sacerdote católico se pueda casar como lo hacen los diáconos.
De hecho como lo apuntaba en el principio de mi opinión, el celibato entró en la Iglesia Católica en el siglo XII, esto es, durante mil doscientos años los curas se casaban y son estos últimos ochocientos años cuando el papa Gregorio VII puso la normativa para todos los sacerdotes y religiosos. Lo que vengo a decir, que no sería extraño que volviese una vez más el celibato opcional.

Noticia extraída de internet:http://internacional.elpais.com

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