El mayor cementerio de neumáticos de Europa, ubicado en la población toledana de Seseña, comenzó a arder el pasado viernes sin que todavía se haya extinguido por completo. Se inició en 3 focos distintos y ésto, unido a otras causas, hacen creer que fuese provocado.
El cementerio ocupa una superficie de 11 hectáreas y en él hay almacenadas unos cinco millones de neumáticos. Si bien en el interior de los neumáticos y debido a las lluvias de ¡¡¡dos horas antes!!!, debía haber agua almacenada y humedad, complicando así que prendiesen, cuando un neumático prende más complicado es apagarlo porque actúa como si fuera petróleo.
La Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que el presunto o presuntos autores del incendio actuaran con acelerantes como gasolina, por ejemplo. En las imágenes del vídeo de éste incendio se aprecia que las llamas corren con mucha velocidad, como si la gasolina se colocara entre los neumáticos y no se volatilizara.
El suceso se produce sólo cuatro días después de ultimar un acuerdo entre la Comunidad de Madrid, el Ministerio de Agricultura y el Gobierno castellano-manchego en el que la propuesta encima de la mesa estaba casi cerrada.
Los habitantes de la localidad de Seseña han tenido que utilizar, lógicamente, máscaras para proteger las vías respiratorias y no inhalar así las partículas desprendidas en el incendio.
No me explico como un sitio de estas características y sobre todo de esta peligrosidad, no estaba "blindado" contra todo tipo de posibles sucesos tan graves como lo sucedido. Felicitar desde aquí a los bomberos y todos los cuerpos de emergencias en general.
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