Fernando Alonso acabó en tercer lugar en el GP de Brasil de F1 con su Ferrari, en una carrera que volvió a ganar Vettel (Red Bull) y en la que Mark Webber (de Red Bull también) fue segundo cerrando así su trayectoria en la F1, pues con esta carrera se despide de este deporte.
La barriada de Interlagos, un suburbio al suroeste de Sao Paulo donde los edificios se abren paso a las favelas, clausuró el curso de la fórmula 1 con la imagen conocida. Ese puño cerrado de Vettel que exacerba a unos y enaltece el ánimo de otros. Arrastró hacia su casillero el noveno triunfo consecutivo que iguala varios récords: las trece victorias de Michael Schumacher en un año y las nueve consecutivas de Alberto Ascari. El alemán ha ganado todas las carreras desde el mes de agosto y ha condenado a la competencia a las migajas. Su gobierno es tal que el tercer puesto de Fernando Alonso desprende un sabor dulce como cierre de campaña. Pero es el estado de las cosas en la fórmula 1: Red Bull, en la cima, y después, a varias leguas, el asturiano con su voluntad indomable y su espíritu de hierro para luchar en cualquier circunstancia. Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio.
Fue una prueba muy movida en la salida, donde Nico Rosberg se situó primero en las eses de Senna y Alonso perdió una plaza respecto a Hamilton, que tomaba la tercera plaza. Vettel recuperó el liderato al paso por el primer giro y Fernando se lanzó a una caza salvaje sobre ambos Mercedes. Primero cayó Lewis y un poco más adelante Nico, con lo que el español se situaba segundo tras el actual campeón del mundo.
No duró demasiado la alegría, pues un Webber desatado llegó por detrás para sobrepasar al Ferrari con claridad, tras tres vueltas de acecho. El 1-2 de Red Bull sirve para ilustrar otra temporada de ensueño y despedir con honor a Webber un hombre que ha contribuido desde 2007 a construir la escuadra que hoy domina el Gran Circo.
Con todo esto, nuestro piloto Fernando Alonso termina 2º en el mundial y la escudería de la que es piloto, Ferrari, acaba en tercer lugar con Red Bull a la cabeza del mundial de constructores.
A ver si el año que viene tenemos más fortuna y Fernando puede conseguir su tercer mundial, al igual que me gustaría que estuviesen más igualados los coches de diferentes escuderías, pues este año los Red Bull han estado a años luz de sus competidores, con lo que un piloto medio bueno, llevando un buen coche, puede superar a un piloto extraordinario llevando éste último un coche sólo aceptable.
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