lunes, 2 de noviembre de 2015

TIEMPO LIBRE

Luis pasó de estar casi todo el tiempo en su habitación, a pasar las horas como un perro callejero por la ciudad. No le importaba el qué dirán. Cuando no tenía a sus amigos, cogía su móvil y se ponía música con los auriculares e iba de aquí para allá. Sus padres echaban en falta algunos momentos en familia. Sin embargo, lo dejaban obrar a su manera, en cualquiera de los casos. Pues él encontraba tiempo de ocio, con aquellas salidas por el puerto o la ciudad, y se relajaba paseando por las calles y los parques. Pero el consejo principal dado por ellos, era que si veía alguna que otra injusticia, no se metiera en líos. A pesar de todo, no hizo caso pues pronto presenció una de estas malas acciones en la calle. Un joven amenazó con una navaja a unos ancianos, y él que por ahí andaba, muy cerca del  suceso, actuó lanzando un manotazo sobre aquel delincuente con lo que lo tiró al suelo. Éste al ver que se había quedado sin la navaja, trató de cogerla e irse, pero se la dejó finalmente olvidada.  Aquel hombre, quedó aturdido por el golpe que le asestó Luis. Los ancianos les estuvieron muy agradecidos, y Luis estaba muy orgulloso de haber actuado así, pero más tarde vendrían los verdaderos problemas. El matón se presentó una vez en donde se encontraba y le dijo que luchara pues se iba a librar de miedicas como él. Luis tuvo un momento de indecisión y pensó en la retirada pero el otro hombre insistía en darle una paliza. Ante lo cual, le pudo lanzar una patada de Kárate y logró contrarrestar su ataque. El villano huyó amenazándole. Luis estuvo un tiempo mal y solo pensaba en quitarse las penas estando con los amigos, pues se pasaba todo el tiempo fuera de casa. Éste se dio cuenta que sus padres ya mayores se preocupaban mucho por él, y para tenerlos contentos decidió pasar más tiempo junto a ellos, pero lo hizo a su manera y de forma inapropiada. Pues Luis se recluyó con su ordenador, ya que así tenía otra forma de pasar la tarde y utilizaba el Facebook para desconectar de todo. Sus amigos creían que había cogido algo de miedo, mientras él creyó por entonces,  que sus padres eran la excusa perfecta para su hacinamiento en la casa. Ya no había más salidas apacibles, en la ciudad. Así pues, éstos últimos no sabían que era peor, que estuviera todo el día fuera o por el contrario metido en casa. Llamarían, a sus amigos para ver si lograban sacarle de aquel enclaustramiento, pero poco podían hacer. Esta actitud era solo cosa de él. La nueva moda era pasarse  casi todo el día subiendo fotos en el Facebook. Así que, si éste lograba salir a la calle, era para hacerse fotos y selfies para luego colgarlos en la red. Y vieron sus padres que así, era dichoso  y como muchos otros jóvenes de su edad aceptaron lo que hacía y no le molestaron llegando a la conclusión como padres que los hijos deben tener su libertad y espacio libre. Puesto que era veinteañero no tenían porque estar encima de él, diciéndole las cosas que están bien o mal. Pero, pasarían unos años y aprendió a organizarse a pesar de sus irregularidades, con lo cual, consiguió hacer su vida de forma sincera y en concordancia con los demás.





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