Aunque el padre se negó tajántemente, el juez ha reconocido los deseos de la menor.
La criónica (denominada erróneamente criogenia o criogenización) es un método mediante el cual se consiguen preservar a baja temperatura a animales o humanos que la medicina actual no puede mantener con vida. El propósito de sus defensores es conservar estos cuerpos con el fin de poder reanimarlos en un futuro.
Una niña británica de 14 años que murió de cáncer el pasado mes de octubre, solicitó a sus padres autorización para que su cuerpo pudiera ser criopreservado con la esperanza de que en el futuro la medicina encontrase una solución para su enfermedad; la niña expresó claramente su deseo de no ser enterrada bajo tierra. Ella sostenía "que en el futuro encontrarían una solución para el cáncer terminal que padecía y despertarme. Me gustaría poder optar a esta oportunidad". Si bien la madre acepó bien los deseos de su hija, su padre, el cual llevaba sin verla desde que tenía 6 años, se negó rotundamente argumentando que aunque fuese despertada dentro de 200 años, se sentiría muy triste porque no habría nadie conocido a quien pudiera acudir. Fué así como la situación quedo en manos de los tribunales, donde el juez ha dictaminado finalmente a favor de la pequeña. Aunque el juez reconoció las dudas morales del padre (que al final del proceso apoyó también a su hija), dictaminó a favor de los deseos de la niña. El cuerpo de la menor será trasladado a Estados Unidos donde será crionizado por 43.000 €.
Con un argumento que parece de ciencia ficción nos encontramos con esta noticia que ha sorprendido a mucha gente que no sabía que en la actualidad se podrían hacer estas cosas. Y es que muchas cosas que años atrás nos parecían imposibles se están haciendo realidad, rompiendo con lo que antes era impensable.
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