A veces un acontecimiento negativo, una crisis, puede resultar positivo si sabemos ver las oportunidades que nos ofrece esa desgracia. Ya sea una enfermedad, un accidente o incluso que te despidan del trabajo.
Ahí está el ejemplo de Silvia Abascal; esa adolescente rubia y contestataria que salía en la serie Pepa y Pepe de hace unos años. Ella padeció un ictus y con lucha, tesón y muchas ganas de vivir y por supuesto dejándose ayudar--que creo que es la parte más dura del proceso para personas con mucha autosuficiencia y carácter. -- ha salido adelante y ahora lleva una vida totalmente normalizada.
Como ella muchas personas anónimas que todos los años, debido sobre todo a accidentes de tráfico, tienen lesiones medulares y se quedan postradas en una silla de ruedas con toda la dependencia que ello supone.
Todo depende de la actitud con la que nos enfrentemos a la crisis, sea en el ámbito que sea.
Hay un término en psicología que define perfectamente todo esto que estoy diciendo: resiliencia.
Adaptarse a lo que la vida te depara, pero en todos los sentidos. Y darle la vuelta a la tortilla para ver siempre la vida en positivo, la botella siempre medio llena. Es la actitud que sería aconsejable tener para enfrentarnos a nuestra enfermedad; cada uno en su ámbito.
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