(Extraído de "Papel", suplemento semanal de "El Mundo", 20/11/2016).
El vaganismo es una alternativa alimenticia basada en el respeto por los animales y la naturaleza surgida tras la II Guerra Mundial.
Se caracteriza por el rechazo absoluto de alimentos de origen animal, a diferencia del vegetarismo que acepta el consumo de alimentos como huevos, miel o lácteos.
Su filosofía se basa en una mayor concienciación mediambiental y el rechazo de la explotación animal por parte de la industria alimentaria.
Sus deficiencias desde el punto de vista nutricional es que requiere de suplementos vitamínicos y minetrales solo presentes en alimentos de origen animal.
A pesar de lo que pudiera pensarse, es más económica que el resto de dietas y a largo plazo genera menores impactos sobre el medioambiente (emisiones de gases de efecto invernadero).
Las estadísticas indican que puede ser la dieta de mayor crecimiento relativo en occidente. En España se estima que en 2011 existían 700.000 vegetarianos (1,5 % de la población, no se disponía de los datos exclusivamente veganos) y en la actualidad, 2016, el número de veganos alcanza el valor de 1,3 Millones (2,8% de la población).
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