Este penúltimo mes de noviembre viene cargado de actualidad astronómica. Sin duda el evento más esperado es la lluvia de estrellas de las Leónidas aunque en noviembre siempre tienen lugar dos lluvias de meteoros: las Taúridas, con pequeños fragmentos del cometa Encke y las Leónidas, con fragmentos del Tempel-Tuttle.
Las Leónidas están caracterizadas por ser meteoros muy brillantes, extremadamente rápidos (pueden alcanzar los 250.000 km/h) y que dejan una leve estela de color verde a su paso, que persiste durante varios segundos. Los meteoros provendrán de la constelación de Leo, ya que es el radiante donde surgirán los restos del Cometa Tempel-Tuttle, que fue descubierto el 19 de Diciembre de 1865 y que tiene un núcleo de unos 2 kilómetros de tamaño. Este año el momento de mayor actividad tendrá lugar la noche del 17 al 18 de noviembre (a las 5:00 a.m.) como siempre basta con situarse en un paraje oscuro, protegido de la contaminación lumínica y vigilar la bóveda celeste con paciencia. Eso sí será en 2031 cuando tengamos una verdadera tormenta de meteoros con mas de 100.000 meteoros por hora. Pero para eso habrá que esperar unos años. Aparte de esta esperada lluvia de estrellas también nos acompañará una espectacular superluna el día 14 de noviembre, cuando nuestro satélite alcanzará su punto más cercano a la tierra (perigeo), por lo que se mostrará un 16% más grande y un 30 % más brillante que cuando la vemos en su punto más lejano (apogeo).
Opino que es algo que a todos nos suele pasar inadvertido y que podría ser interesante y divertido de hacer lo único que hay que hacer es estar despierto a la hora en un lugar sin contaminación lumínica.
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