Partiendo de la base de que soy un neófito en estos temas si quiero dar mi opinión porque me considero parte de la sociedad y de alguna manera en este mundo globalizado me incumbe.
En Colombia ha habido un plebiscito planteado por el gobierno del presidente Santos en el cual se planteaba gente una cuestión:si se aprobaba o no la paz en su país.
En un análisis superficial todos diríamos que sí. Sí a la paz. Y más cuando las FARC han dejado las armas y han perdido perdón.
Pero la cuestión es más compleja. ¿Qué hacemos con los sentimientos de los supervivientes a los a que han cercenado las vidas de muchos de sus familiares y amigos? Como reparamos el daño hecho.¿Van a resucitar a sus muertos?. Los muertos van a decir que tranquilos, no nos importa no ver crecer a nuestros hijos, no volver a dar los buenos días a nuestras esposas. No nos importa no ir a tomar unos tinticos con nuestros amigos.
Además hay muchas incógnitas ya que las FARC estaban financiadas por los narcos colombianos. Y ya sabemos que la droga tiene sus tentáculos muy amplios y abarcan escenarios de poder que ni lo imaginamos. Y si lo imaginamos no podemos demostrarlo.
En España la ETA ha dejado de matar pero no ha entregado sus armas ni ha pedido perdón por los crímenes y el daño cometido. Yo veo normal que se enerven y disgusten cuando ven a Arnaldo Otegui, portavoz de ETA durante todo el tiempo en que ETA estuvo en activo en democracia y ETA seguía matando. Es verdad que fue condenado y ha cumplido pena de cárcel pero realmente se ha arrepentido. Viendo sus discursos vehementes por la tele parece que sigue en sus trece.Y veo normal que la gente -sobre todo algunos vascos- vea ilegal que se presente a lehendakari.
Como corolario diré que es muy fácil recurrir al perdón porque éste lo engloba todo pero eso lo dijo una persona llena de amor y comprensión. Los hombres, las personas nos dejamos llevar muchas veces por los sentimientos y no vemos mucho más de nuestro dolor.
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