La misión ExoMars2016 ha dejado un sabor agridulce: decepción por el fallido aterrizaje del módulo Schiaparelli, con el que no se pudo contactar y alegría por la exitosa entrada en la órbita marciana de la sonda TGO, que estudiará los gases de la atmósfera, en particular el metano.
La maniobras de los dos componentes de ExoMars2016 se ejecutaron el miércoles pero fue el jueves por la mañana cuando los responsables de la Agencia Espacial Europea (ESA) explicaron que la fase final del amertizaje no se había producido como esperaban y aún desconocían las causas. La pérdida de la señal se produjo 50 segundos antes de la hora en que debía aterrizar, tras el despliegue del paracaídas. En total, el descenso debía durar seis minutos.
(Extraído de El Mundo, edición escrita 21 de octubre de 2016).
Los comentarios de los responsables técnicos de la misión han sido, en general, positivos: aceptan el fallo del módulo Schiaparelli como un resultado posible desde el punto de vista científico. Efectivamente, la Ciencia es, en esencia, la aceptación del error como consecuencia posible de todo experimento.
Hay que tener en cuenta que al Exo Mars2016 le seguirá el ExoMars2020, a desarrollar dentro de cuatro años. Para entonces, la ESA dispondrá de un cúmulo importante de datos sobre la composición de la atmósfera marciana (sonda TGO) y seguramente, se conocerán exactamente las causas del fallido amertizaje del módulo.
Ah, por cierto, ¿cuando nos informarán sobre la cantidad/calidad de la basura tecnológica que vaga por el vertedero galáctico por donde deambulamos con apresurada vocación científica?.
Muy buena síntesis de lo ocurrido. ¡Ah! y muy interesante el planteamiento final sobre la basura tecnológica...
ResponderEliminarÁnimo y seguid escribiendo artículos sintéticos e interesantes.