Este sábado tuvo lugar (una vez más) un accidente de aviación militar, esta vez sucedió en Sevilla.
Ocurrió poco después de despegar el Airbús modelo A-400M al chocar con una torre de alta tensión y en él han fallecido cuatro personas y otras dos han resultado heridas de gravedad. Todas estas personas trabajaban para el consorcio europeo Airbus Defence and Space. Se trata de un avión no comercial, es decir, un avión de mercancías que estaba realizando su primera prueba de vuelo. La principal hipótesis del accidente es la de un fallo mecánico de la aeronave. Un modelo de aeronave que es el avión militar de hélice más grande del mundo.
El accidente sitúa una sombra de duda sobre el proyecto del A-400M, en el que participan ocho países principalmente europeos.
Por causa de este suceso, algunos países han paralizado y decidido mantener en tierra sus A-400M y otros han paralizado también sus pedidos hasta que se aclaren las causas del accidente por lo que los numerosos pedidos recibidos de este modelo sufrirán grandes retrasos en las entregas.
Modelo de avión siniestrado.
Pienso que este accidente se podía haber evitado ya que Airbús admitió en marzo fallos industriales y técnicos en este modelo y no deberían haber realizado ningún vuelo (ni de prueba) hasta que se subsanasen y sobre todo revisado todo el proyecto.
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