lunes, 15 de abril de 2013

40 años de la muerte de una leyenda

Poco más de tres años de carrera y unos cuantos éxitos convirtieron al cantante Nino Bravo en leyenda.
El 16 de abril de 1973 se dejó la vida en una carretera, quedando desolado un país que se enamoró de sus temas y al que legaría 4 discos, más uno póstumo, numerosas recopilaciones y grabaciones que atestifua su primacía en de eso tan en boga en aquellos tiempos que llamaban canción ligera.

 Puede que su pasión por la música se la transmitiera su abuela materna que aunque nunca se dedico de lleno a la música si realizó varios conciertos benéficos. En cualquier caso la idea anidaba en su cabeza desde sus años mozos.Hijo de un vendedor de seguros sus primeros pasos laborales los dio en una joyería a la que se incorporó en calidad de aprendiz tras dejar sus estudios. En poco tiempo era pulidor de diamantes, aunque la auténtica gema que había que moldear era él.Y a eso se dedicaba en sus ratos libres, siempre bajo la mirada de su amigo Vicente López, alguien crucial en su despegue al que conoció en el barrio de Sagunto donde creció y que ayudo a aquel tímido muchacho a romper su cascarón.

Por entonces a Luis Manuel, su verdadero nombre, le llamaban Manolito y en el otoño de 1961, junto a otros dos jóvenes formaba su primera banda, Los Hispánicos.Escogiendo un tema de The Platters. Only You. Para hacer su debut en sociedad, no les iría mal.Pese a que Manolito no era todavía un profesional.


 



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