Era una mañana calurosa de domingo, pese a que estábamos ya en el mes de noviembre, esta sería una de tantas historias más en mí vida, si no fuera porque, al siguiente día era el cumpleaños de mi hermana y cómo no, tocaba celebrarlo.
Por entonces nos fuimos en coche y yo tuve que irme en el que tenían mis tíos, ya que éstos iban solos. Pues bien, cuando salí de aquel enorme cochazo, un antiguo Mercedes, en color vino, pero de última gama, allí estaba mi primo en su Honda Kawasaki. ¡Hola tío! ¿Cómo estás?—nos preguntábamos todos los que íbamos al restaurante. Él que se iba, accedió a quedarse a comer aunque tenía que recoger a su hijo, porque su suegra lo había tenido mucho tiempo y le dijo que fuera a por él, para poder hacer ella sus cosas.
Ya una vez, todos dentro del restaurante, después de los entremeses, cabía tiempo de esperar al plato principal, puesto que luego vendrían los postres, sin segundos platos. Entre descanso y descanso había temas de todo tipo pero en seguida surgió el tema de lo canallita que estaba hecho su hijo. Hablamos si iba a ser poco chulito con las nenas de mayor, a lo que mi primo sacó el tema de conversación de que siempre habría tiempo de decidir lo que éste quisiera ser, pues antes de que llegara a coger una enfermedad “mental” por oprimir sus sentimientos. Se cree que la raíz de muchos de los males que aquejan la sociedad contemporánea es la negación de la sexualidad. Así, cuando esa sexualidad natural es reprimida, negada o vilificada, los deseos e impulsos naturales del individuo quedan atrapados en una zona intermedia del subconsciente, rebotando de un lado a otro, afectando adversamente la formación del carácter, creando tensión, alimentando fantasías, degenerándose poco a poco hasta qué, cuando finalmente emergen al exterior, emergen como impulsos degenerados, destructivos, en búsqueda de una reivindicación, de una libertad, de una salvación enfermiza y degenerada. Esta tendencia actual, le permitiría que eligiese libremente.
Pues bien, destacó que hoy en día, es muy fácil demostrar tus sentimientos con soltura, ya que, los chicos desde el colegio deciden como quieren que los traten es decir, si son niños y quieren ser niñas, éstos lo tienen claro y viceversa.
Y es que al parecer estábamos hablando de lo que se suele denominar este fenómeno social en el que ahora impera elegir entre su propio sexo o sexo cambiante, nada de transformismo, travestismo ni nada parecido porque hoy en día los chicos lo tienen muy claro y por otro lado, es muy normal ver a personas de un mismo sexo hacer vida completamente libres. Sin cadenas, ni lastre que los discrimine. Así con ese lema y nuestra aprobación pues no hay que ser retrógrado a las alturas a las que estamos en la civilización, pasamos unas tres o cuatro horas entre comida y charla. Con ello, os quiero dar a conocer un poco más de esta sociedad en la cual nos movemos. Porque así llega a ser como hoy en día suele ocurrir. Simplemente hay que modernizarse y no volver hacia atrás nuestra visión sobre todo aquello que estamos viviendo. Como os decía, no hay que darle las espaldas a nuestra propia sociedad, puesto que todo retroceso conlleva a un atraso y malestar si se hace de forma desmesurada, si bien sabéis qué no es bueno volver a los tiempos de mari castaña, aunque digamos, a veces, estar mejor. Pero esta es solo mi humilde opinión.
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