Se supone que en los estados democráticos los gobernantes están en los sillones para defender a los ciudadanos y hacernos la vida más fácil. Que las leyes están para cumplirlas tanto los gobernantes como los gobernados; que todos somos iguales ante la ley y que la vara de medir es igual para todos los que formamos la sociedad, tanto personas físicas como jurídicas.
Pero ¿qué pasa cuando es una empresa la que se salta las reglas? Y además esa empresa es poderosa, economica y socialmente hablando y para más inri pertenece a paises importantes de la UE.
La respuesta la tenemos en el caso Volkswagen, Fiat y otras empresas automovilísticas europeas. Sus coches emitían más emisiones contaminantes de las permitidas por ley, incluso de las que los propios fabricantes aseguraban en las carecterísticas de los coches vendidos.
Pues no pasa nada. La Comisión Europea está apretando a los países para que pasen revisiones y corrijan ese problema creado por los fabricantes de coches europeos y los países están dando largas a la Comisión para no llevar a cabo esas inspecciones, porque dicen que les saldría muy caro a los Estados. Pero que entienden ellos por "caro". Caro es que los coches emitan más contaminación de la permitida. Caro es que en Europa haya muertos a causa de la polución.Caro es que no se pueda respirar en el centro de las ciudades y que esa contaminación afecte a todos por igual. Caro es que las empresas no se rijan por las mismas leyes que los ciudadanos. Caro es la impunidad de esas empresas cuando se saltan las reglas del juego.
Los ciudadanos deberíamos constituirnos en parte afectada e ir nosotros contra esas empresas y acabar con su impunidad. Las asociaciones de consumidores tienen mucho que decir en este caso.
Este artículo me lo ha sugerido esta noticia de El Pais
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