lunes, 20 de febrero de 2017

LA ÉTICA EN LA ENSEÑANZA


(Basado en "La Opinión", pág. 39, fecha 17 de febrero de 2017).

El Supremo ha condenado a un profesor de la Universidad de Granada a siete años de inhabilitación por prevaricación al haber aprobado con sobresaliente a una alumna en un examen al que no se presentó, lo que constituye la primera condena del alto tribunal a un docente por una prevaricación de este tipo. 

El sobresaliente permitió a la joven aprobar por compensación otras asignaturas y obtener un mes después el título de Licenciada en Pedagogía. El profesor aprobó a la alumna sin que ésta tuviera que hacer ningún examen y sin que hubiera asistido a ninguna de las clases, pues entonces ni siquiera estaba matriculada en la asignatura, dicen los hechos probados. 

La noticia me merece los comentarios siguientes:

1. La condena al profesor me parece insuficiente porque los hechos son tan graves que su inhabilitación requeriría de un periodo más largo (por ejemplo: para siempre...).

2. Me sorprende igualmente, que la alumna no haya sido despojada de su Título (Licenciada en Pedagogía), que le permite acceder al mundo profesional con la supuesta preparación académica conveniente.

3. Para más sorpresas, lo de que sea la primera vez que un Tribunal condena un acto de este tipo que, desgraciadamente, ocurre con cierta frecuencia (creo que todos hemos vivido de cerca algún hecho similar).

4. En definitiva, me resulta absolutamente negativa la ausencia de Ética por parte de profesor y alumna y muy injusto para el resto de alumnos, tanto aprobados como suspensos: todos, salvo ellos, siguieron las pautas establecidas para el seguimiento de la asignatura.

Estamos cansados de tanta injusticia y ausencia de valores en todos los aspectos de la vida cotidiana. El hecho de que salpique también a la enseñanza me resulta escandaloso.    

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