14 errores frecuentes que cometemos en la ducha
¿Cuál es la temperatura ideal del agua? ¿Esponja sí o esponja no? ¿Qué pasa si me ducho dos veces al día?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya se ha preocupado por diseñar la ducha perfecta, que no debería exceder nunca de los 5 minutos de duración ni de los 95 litros de agua. Pero, según la última encuesta realizada en España por la empresa de grifería Hansgrohe, el 91 % de nosotros hace caso omiso a esta recomendación. El 42 % de la población se ducha a diario y durante más de 10 minutos. Las mujeres son las que más agua gastan: el 13 % permanece en la ducha más de 20 minutos de manera habitual, frente al 3 % de hombres que superan ese tiempo. El dispendio de agua se ve, sin embargo, compensado por los que se duchan menos de tres veces por semana (1 de cada 4 españoles).
Pero dejando a un lado las cuestiones de sostenibilidad, la doctora Elena de las Heras, dermatóloga del Hospital Ramón y Cajal y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), enumera otro tipo de errores que cometemos en la ducha y que afectan directamente a nuestra piel. Estos son los más frecuentes:
1. Subir la temperatura. Tendemos a regular el termostato hasta confortables temperaturas elevadas, que nos ayudan a entrar en calor sin quemar la piel. Pero no es la alternativa idónea. "El agua templada es la mejor opción, porque no reseca la dermis", aconseja la dermatóloga. Se considera agua templada alrededor de los 30 ºC. En torno a 24 ºC es fresca; y caliente, a partir de los 38 ºC.
2. Abusar del jabón. Los geles con jabón eliminan el manto ácido de la piel. La doctora recomienda buscar fórmulas “sin”, los llama dossyndets, que respetan la capa hidrolipídica que recubre la piel. La mayoría de los productos de ducha de farmacia responden a esta demanda.
3. Repetir. Ducharse más de una vez al día (normalmente, el gimnasio o trabajos excesivamente físicos obligan) tampoco es bueno. En ese caso, como señala la especialista, “hay que intentar que la segunda ducha sea lo más rápida posible y sin gel".
4. Despistar al pH de la piel. “Tendencias como las de usar jabón Lagarto, de pH alcalino, solo sirven para marear nuestro equilibrio ácido”, alerta Elena de las Heras. El pH es el grado de acidez de una sustancia, y el de la piel varía entre 4,5 y 5,9. El nivel del agua es de 7, y corresponde compensar este desajuste con geles o jabones que contengan un pH en torno a 5.
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Escrito y sacado de Internet por José Manuel Ortigosa Ruiz.
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