En un partido trepidante, Real Madrid y Barcelona han empatado a uno, goles de Fábregas y Varane, y se jugarán el pase a la final de la Copa del Rey en el Camp Nou.
Arrancó el Real Madrid muy impetuoso, con un Cristiano Ronaldo incisivo por banda izquierda. Presionaba el equipo de Mourinho muy arriba, para no dejar pensar ni una salida clara a los de Roura, con el objetivo de robar el balón rápido para sacar el cuchillo.
Tardó algo el Barcelona en despertar, sacarse de encima al Real Madrid e imponer ese dominio y el control del juego que le caracteriza.
Cuando lo hizo, no tardaron en llegar las ocasiones. Xavi estrelló un balón en el larguero en el lanzamiento de una falta y Varane, acertadísimo todo el partido, sacó bajo la línea un disparo del de Tarrasa que ya se cantaba como el primer gol.
En la segunda mitad, cambió el escenario. Controló más el Barcelona y dispuso de ocasiones claras para sentenciar la eliminatoria. No lo hizo y el Real Madrid, que no se rindió, logró un meritorio empate.
Cesc Fábregas puso por delante a los culés en el minuto 49 y el partido se le puso de cara. Fábregas y, sobre todo, Pedro dispusieron de dos ocasiones clarísimas para cerrar el partido.
Entonces, cuando peor lo pasaba, Varane selló su gran encuentro con un remate de cabeza para dar esperanza a los madridistas.
Pudo marcar de nuevo el Barcelona, pero Diego López, titular en la portería con una destacada actuación, detuvo el disparo de Jordi Alba.
En una semana, el Camp Nou decidirá cuál de los dos equipos juega la final de la Copa del Rey.
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