lunes, 12 de noviembre de 2012

MIEDO A LA OSCURIDAD


Paseaba sola en la oscuridad, iba caminando en una noche negra y oscura . Me sentía como desolada cuando siempre había algo que dejar atrás, en cualquier lugar. En medio de mi vida no hubo nadie más en quien confiar, cuando sentía tanto miedo a la oscuridad. Miedo a que hubiera alguien allá, donde las luces se apagan, las tinieblas sueñan con vencer a la luz que se desprende de un alma iluminada. Sientes que algo te falta si tan solo y únicamente te encuentras sin nadie más, sintiendo tanto miedo, sintiendo que todo puede acabar, sintiendo un único temor, por el que recordé por entonces un viejo cuento, el cual decía así:

Esta era la historia de un hombre que un día caminaba solo. Fue así, como se encontró con un pequeño diablillo, en medio de su ténebre y  oscuro camino, se preguntó:

-Voy hacia donde no hay luz, voy buscando ser como soy. Pero,¿ no encuentro perdón a mis pecados? Si tan solo todo lo que había cerca de mí se ha apartado.
-No sientas miedo pues en el viaje a tu ser, puedes ver que eres frágil sin querer y que algún día sabrás que no hay que llorar. Tan solo tu vida me tienes que dar.
-Siento miedo a la oscuridad, de esta situación que no cobra color, pues soy alguien en quien confiar y me puedes pedir que te ayude sin temor. – Creyó encontrar un amigo a su alrededor.
-Luchas en vano y sin control, sino encuentras las emociones en tu interior. Eres oscuro como yo.
-No quiero escucharte más—exhaló un leve suspiro y buscó su voz en lo umbrío:Gritó. 

Y al abrir los ojos encontró el final, a lo largo de su gran batallar. Éste llegó a un claroscuro, pudo divisar una hermosa luz y esa luz le guió al final del camino, pues, jamás salió vencido. Sin escuchar a los demonios de su interior descubrió que era mejor luchar por nuevas emociones en su corazón. Allí la luz venció al caos. El demonio se marchó blasfemando. Aquel día supo quien fue, más no quiso arrepentirse. Y luchó por tener un motivo para estar en la luz, incluso llegando a respetar la oscuridad y cuanto en ella había.

Después de esta breve historia contada por aquellos que, a veces, te dicen que es bueno llorar: Me encontré recordando nada más cuando estaba en una habitación vacía y llena de tenuidad, esperé el tiempo exacto para comprender que esa luz en el Cielo que atravesaba mi ventana, debía surgir y al siguiente día, descubrí que pese a mis miedos, he de vencer irregularidades en mi pensar y tan dentro de mí, para al final creer que no he de tener miedo a la oscuridad, cuando hay alguien más allá en algún lugar. Si tan solo he de pensar en mí, adiós a los diablos de la oscuridad. Bienvenida la luz a la amistad y a encontrar algo más que te llevé a la paz espiritual.

Con todo ello, os recodaré algo sobre esta narración: y es que, en esta vida, aunque, a veces, seamos egoístas y queramos estar solos, es bueno tener amigos puesto que, si alguna vez al pensar en tener tu propio espacio en el cual reflexionar sientes que es como poder confiar en la oscuridad, verás que aunque no es bueno estar solo, a veces, es demasiado necesario para que cualquiera de nosotros seamos, uno mismo, llegando a conocernos tal cómo somos. Puesto que, aunque de vez en cuando, te sientas solo siempre habrá alguien a tu lado.
Por otro lado, todos tenemos un lado oscuro seamos como seamos.
Pese a que tengamos una brillante luz interior a la cual llamamos amor.

Lo oscuro a veces se cierne a nuestro alrededor. Sintiendo que es lo bueno y lo malo, alguna vez, lo que ambas cosas deseamos, puesto que todos nosotros somos seres humanos. En mi opinión debemos sacar lo mejor de nosotros siempre para poder tener esa luz, hacia lo que realmente nos importa en esta vida, como son conocer los valores y axiomas, principales para realizarse como personas. En este caso esta historia es para conocer el valor de la propia vida y la amistad, sin duda dos valores incalculables.



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