lunes, 26 de enero de 2015

SEGURIDAD INFORMÁTICA

Hoy en día hay una cosa casi tan importante como nuestra seguridad física: nuestra seguridad en Internet.

Debemos ser cuidadosos con nuestros datos en la red, sean personales (teléfono, dirección, e-mail…) o sean nuestros datos bancarios que introducimos en Internet cuando, por ejemplo, hacemos una compra online. Siempre que introduzcamos cualquier dato debemos hacerlo en un entorno seguro, es decir, páginas que transmitan confianza (que no sean sopechosas), que tengan el sello “confianza online” u otro por el estilo y en el caso de datos bancarios siempre páginas o redireccionamientos que empiecen por https://ejemplo en lugar de http://ejemplo.  Esta http"s" en el primer ejemplo significa que el sitio o página es seguro.
Hoy en día los hackers “trabajan muy duro” para introducir virus en la red, archivos malignos… que pueden robar o destruir información que puede ser importante, para suplantar identidad, robos de contraseñas, estafas, etc, etc.

Para anular todos estos virus en la medida de lo posible y navegar de la forma más segura posible, existen diversos antivirus que tienen versiones gratuitas y de pago en la mayoría de los casos, con herramientas o fitros como los cortafuegos o firewall que protegen de los accesos directos al sistema, antispam (publicidad no deseada), antispyware (antiespía)…
Pero debemos ser realistas y saber que aunque tengamos un antivirus (sea de pago o gratuito) con todas estas herramientas, nunca estamos protegidos del todo, aunque evidentemente cuantos más obstáculos le pongamos a los hackers, mediante estos antivirus con herramientas (y cuantas más mejor), más protegidos estaremos.

Se debe tener sentido común y no caer en lo fácil, es decir, algún enlace que diga que ganarás dinero rápido, por ejemplo, seguramente te redireccionará a alguna página que contenga virus que se instalarán en tu ordenador y te robarán información, contraseñas…

Otro apartado en la seguridad informática son las contraseñas. Hay que ponerlas lo más difícil posible aunque al  mismo tiempo, fáciles de recordar, nunca apuntarlas en ningún sitio y sobre todo, no tener una única contraseña para todo, sino una para cada sitio o página.

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