Si bien tenemos en cuenta que los enlaces de hidrógeno se encuentran en toda la naturaleza. Proveen al agua de sus propiedades particulares, las cuales permiten el desarrollo de la vida en la Tierra. Los enlaces de hidrógeno proveen también la fuerza intermolecular que mantiene unidas ambas hebras en una molécula de ADN. O bien teniendo en cuenta que los compuestos de hidrógeno son gases a la temperatura ambiente: CH4, NH3, H2S, H2Te, PH3, HCl.
En cambio, el H2O es líquido a la temperatura ambiente, lo que indica un alto grado de atracción intermolecular. Podemos ver que el punto de ebullición del agua es 100 °C más alto de lo que cabría predecir si no hubiera puentes de hidrógeno. Los puentes de hidrógeno juegan también un papel crucial en la estructura del ADN, la molécula que almacena la herencia genética de todos los seres vivos.
Una vez más podemos ver que la naturaleza nos puede mostrar, por fin, de ser así, su cara más amable. Pero esta es por ahora tan solo una hipótesis científica, a la cual no sabemos si el tiempo le dará la razón, pues depende más del factor humano arreglar mediante nuestros actos de ahora en delante nuestro planeta, cosa a la que se han puesto por fin ya en marcha los gobiernos de los diferentes países desarrollados.
Estos problemas todavía son de reciente actualidad, es más los podríamos dar por finalizados de una vez por todas de ser así. Y con ello, pasaríamos de una verdad incómoda a una realidad garantizada con la que desaparecería el problema del cambio climático al darse un estado de equilibrio.
De forma que con esto se acabaría el problema de las sequías e inundaciones, que se dan por la descompensación que hay con el CO2 en el ambiente a causa del efecto invernadero y el calentamiento Global.
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