No hay nadie que pueda
hacerle frente en el mundo terrenal. Rafael Nadal conquistó Ayer Domingo su
décimo título de Roland Garros y lo hizo con la fuerza de la suficiencia de los
elegidos, de las leyendas que trascienden el deporte. El balear masacró a Stan
Wawrinka con un contundente 6-2, 6-3 y 6-1, en 2 horas y 5 minutos. Se quedó a tres juegos
de igualar la marca de Björn Borg en 1978. El sueco sólo perderia 32 juegos
hasta la consecucion de la corona.
Sólo Margaret Court, en
1971, llego a la cifra de 10 Open de Australia. Ningún hombre lo habia
conseguido antes. Por tercera vez en su carrera, Nadal completaba un torneo
perfecto. Su rival suizo apenas pudo hacer nada frente al rey de la tierra
durante los cinco primeros juegos. Nadal, que se inmortalizó ayer con todos los suyos al lado de la copa de los mosqueteros, ya está clasificado para la Copa Masters de Londres, evento al que renució en 2016, a pesar de estar clasificado, al preferir recuperar bien su muñeca y realizar una larga pretemporada. "Uno de los primeros objetivos de todas las temporadas es clasificarme para Londrés y ya estoy clasificado". Nadal sale este lunes en el segundo puesto del ranking, situación que no experimentaba desde 6 de octubre de 2014.
Stan tuvo que aplaudir con su raqueta el punto más espectacular del torneo. Corría el sexto juego. Una derecha imposible de Nadal, pegado a la publicidad lateral del estadio, que pasó con un ciclón hasta planear en el polvo de ladrillo El derrotado no iba a morir remando desde la línea blanca. Empezó a jugárselas todas y eso aceleró el desenlace.Luego la imagen de Rafa tendido sobre la arena, el mordisco a la Copa
de los Mosqueteros y la bandera española en el cielo de París.
Instantáneas que el talento de Rafa ha hecho ya clásicas del mes de
junio y que cobran este año un valor especial.Nadal no es sólo un gran campeón que ha ganado 10 veces Roland Garros. Su palmarés está entre los más grandes de la historia del tenis. Pero Rafa es sobre todo un deportista ejemplar que ha superado, a base de trabajo y esfuerzo, las lesiones y malos momentos, para volver a estar en lo más alto por méritos propios.
Es un ejemplo de superación, que ha sabido reconocer la derrota y celebrar la victoria con la misma caballerosidad. Es un magnífico embajador de los valores de España y de los españoles. Es un español, ejemplar.
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