El turismo en Cartagena

El tráfico de barcos en tránsito aumenta un 40% en el Yacht Port y el Real Club de Regatas. Los turistas que atracan sus embarcaciones en las marinas urbanas eligen la ciudad por el clima, por el patrimonio histórico y los servicios portuarios. 

 
Steven y Suela toman té en su barco, con el Fuerte de Navidad en el horizonte. Este matrimonio inglés, aunque residente en Escocia, no estará mucho tiempo en la ciudad. Ellos forman parte de ese porcentaje de turistas de paso, que atracan sus embarcaciones en las marinas deportivas del Yacht Port y del Real Club de Regatas durante un tiempo. Estas instalaciones gestionan más de 700 puntos de amarre en el puerto y, según apuntan sus gerentes, el tráfico de barcos en tránsito se ha disparado hasta un 40% con respecto al año pasado.
A estos turistas les gusta conocer el patrimonio arqueológico de la ciudad y se sienten atraídos por el clima. Son aventureros que tienen su residencia fija en el barco. En las marinas deportivas urbanas, que hacen de hoteles, encuentran todo tipo de servicios, como gimnasios, duchas, lavandería, comida y combustible. Alemanes, ingleses, franceses y españoles de mediana edad son el perfil de cliente que utiliza estas instalaciones.
 

Información obtenida del diario La Verdad de Murcia: http://www.laverdad.es/murcia/cartagena

En mi opinión, me parece realmente bien las mejoras en las instalaciones, así como lo que esto conlleva aumentando la afuencia de visitantes que llegan a Cartagena, ya sean privados o mediante cruceros, lo cual aumentan los ingresos tanto en comercios como restaurantes y bares de la zona, sin olvidar el prestigio que adquiere la ciudad. Pero todo esto tendria también su lado negativo, debido a que si se produce una masificación de turistas, y esto no está regulado en alguna medida, afectaría a la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, disponiendo de menos servicios e incluso sufriendo el encarecimiento de los articulos que habitualmente se consumen.
En definitiva, que todo tiene sus pros y sus contras, si no existe una buena regulación y seguimiento, lo convertiría en un problema mas que en crecimiento y progreso de la ciudad. Basicamente por falta de disponibilidad de recursos que sufrirían los residentes de la ciudad, así como en el encarecimiento en todos los sentidos que padecerían.