lunes, 19 de junio de 2017

Los alces distinguen entre el arco o el rifle de los cazadores



El alce es el miembro más grande de la familia de los ciervos, por este motivo es uno de los animales más perseguidos y valorados por las personas que practican la caza mayor en Canadá. 
 
El trabajo, publicado en la revista PLoS ONE, ha permitido descubrir que cuando las hembras de alce tienen aproximadamente 10 años son prácticamente invulnerables a las amenazas de los cazadores humanos.
 
El equipo de investigación, liderado por el ecólogo Henrik Thurfjell, valoró dos hipótesis para explicar este hecho: en una, los cazadores eran los que decidían matar a un mayor número de alces jóvenes y en la otra, estos animales aprendían en su madurez a huir de su mayor enemigo. 
 
Para averiguar que suposición era la correcta, los expertos colocaron un radio-collar a 49 alces hembras –con un rango de edad de entre 1 y 18 años en el momento de captura– para rastrear sus movimientos durante un periodo de dos a cuatro años. Eligieron a las hembras debido a que son más gregarias y viven más de 20 años.
 
La experiencia permite a los alces adultos protegerse de los cazadores. Los resultados obtenidos muestran que la segunda hipótesis es la correcta: los alces mayores modifican con el paso de los años sus desplazamientos para huir de los cazadores.
Optan por estrategias como moverse menos o establecerse en bosques densos y terrenos escarpados de difícil acceso para el hombre.
 
También se ha descubierto que los alces más adultos se desplazan con mayor frecuencia a lugares más pedregosos y con pendientes pronunciadas en la temporada de caza con arco que en la de rifle. Los científicos creen que esta especie de ciervo podría haber desarrollado la capacidad de diferenciar entre ambas formas de caza para protegerse.

Texto extraido de la razon.es:http://www.larazon.es

Comentario: Los alces son mamíferos muy vulnerables, por eso les ha dado a los cazadores por cazarlos para tenerlos como trofeo o para comérselos. Por eso, veo bien que le pongan un collar pero para controlarlos, no para matarlos. Tanto tiempo dándoles caza, los alces han desarrollado la capacidad de huir dependiendo del tipo de caza, huyendo a otros lugares que son de díficil acceso para el hombre.
 














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