En el día 8 del mes de agosto de 2012, vi un programa de debate, de buena ley, donde se exponen casos y un juez dictamina una sentencia que ha de cumplirse en la vida real. El problema a tratar era si unos discapacitados psíquicos se podían casar y tener hijos.
Una parte del público se mostraban muy reacios a ver con buenos ojos que tuvieran la misma igualdad que una persona normal porque no podrían hacerse a cargo de esa criatura engendrada, como excusa perfecta, que en cierta forma lo sería o es, porque si nos cuesta cuidar de nosotros quien lo va a hacer de ellos el día de mañana. Pero el caso era, por si se quedarán solos y desamparados cuando nosotros faltásemos, ante la sociedad o la realidad de seguir adelante sin nada ni nadie.
Aunque, el tema se excedió, pues, lo que no se puede hacer es, ir por hay diciendo, que es una realidad que no estamos igual de bien vistos en la sociedad y que nos miran la gente normal por encima del hombro como si fuéramos seres inferiores por el mero hecho de ser discapacitados y de ahí a decir como afirmaron algunos del público sí a favor del aborto en caso de que los hijos nazcan discapacitados y de ver bien que no existan, va un trecho. Pues esta misma idea o pensamiento lo tenía Hitler.
Porque en el debate no entraba al caso si sobran los discapacitados, pero los compararon con los gitanos y los machistas, de los cuales se dijo que no pueden estar ni bien vistos ni bien considerados dentro de la sociedad, para mí es personalmente una pena que en una sociedad que tanto ha avanzado con respecto a este sector nos lleguen a tener mal considerados e incluso nos vean excluidos de su ámbito social, todavía un gran número de personas, pues como dijo el juez que por cierto también era discapacitado: todos somos iguales, pues, aunque dijesen algunos que solo podíamos hacer trabajos manuales como ebanistería u otros, pese a nuestras limitaciones que parece ser que es de lo que todo el mundo siente pena, matizó, pero, quién no las tiene, y es que si él pudo llegar a juez pese a otro tipo de discapacidad, se sentía orgulloso de ser como era.
Por lo tanto y según una ley vigente en Europa desde 2006 y en España desde 2008 sobre el discapacitado se nos reconoce la igualdad de derechos ante la ley y la sociedad, concluyendo así que de esta forma : cualquier discapacitado tiene derecho a casarse y tener hijos.
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