Aquí van otra serie de anécdotas de la historias, de Carlos Fisas. Son muy curiosas e interesantes. Espero que os gusten y sacien un poco vuestras ansias de conocimiento históricas.
n El duelo se despide en el cementerio. En la explanada central, donde están los panteones de lujo, se despide un grupo.
- El pobre doctor hubiera querido que le enterrasen aquí, en medio de sus mejores clientes.
- Y qué?
- Que no ha habido sitio.
n Un epigrama de Alvaro Cubillo de Aragón:
El marqués y su mujer
Contentos quedan los dos,
Ella se fue a ver a Dios,
Y a él le vino Dios a ver.
n El profesor Manion, de París, sufría cuando le hacían consultas en medio de la calle. Cuando así lo hacían, les respondían con mucha seriedad:
Bien, ahora lo veremos: Quiere usted hacer el favor de desnudarse?
n Cierto personaje encuentra a un médico por la calle y le dice:
- Una pregunta doctor. Cuando usted está tan resfriado como yo, Qué hace?
- Toser…
n Un célebre médico cobraba 200 pesetas por su primera consulta y 50 por cada una de las siguientes. Un enfermo que no deseaba pagar las 200 pesetas y que creía preferible empezar por la segunda consulta, entró un día en la consulta del doctor diciendo:
- Doctor, aquí me tiene otra vez.
- Muy bien, desnúdese.
Después de un concienzudo examen, el doctor continuó:
- Esto va bien: continúe el tratamiento que le di la otra vez.
n Un médico le recomienda a un paciente obeso:
- Si quiere adelgazar no coma diariamente nada más que una tortilla, un muslo de pollo asado, verdura un poco de mermelada y vino.
- Bueno, pero esto antes o después de las comidas?
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