Si no llegábamos a fin de mes, ahora nos han subido la factura de la luz. Un bien imprescindible tal y como nos dice el diario el país. Imaginemos: ¿qué pasaría si no tuvieramos electricidad? ¿se lo han planteado alguna vez?. Cosas tan básicas como protegernos del frío en invierno con un radiador eficiente, estar informados a través de la televisión o la radio y actualmente con las tecnologías de la información y la comunicación, prolongar las horas del día y tener más tiempo gracias a la luz eléctrica... y muchas cosas más que seguro usted está pensado, no las podríamos realizar. La electricidad se ha convertido en necesidad.Y el gobierno se aprovecha de esto. Claro está que haciendo un gran esfuerzo podríamos vivir sin electricidad, de hecho hay gente que ha optado por llevar una vida sin necesidades y vive sin electricidad. Quizá la mentalidad neoliberal se aproveche de esta opción de que se podría vivir sin electricidad para subir la factura en la luz; que no es imprescindible. Pero en mi humilde opinión mejor y más limpia que la electricidad no encuentro alternativa.
Sea como fuere el caso es que la luz sube, pero hay gente que es muy lista y sabe como ahorrar aún con tarifas muy elevadas para gente que queremos sobrevivir en esta sociedad, esta es la idea que quiero recoger en este mi primer escrito en este blog. Que podemos adquirir hábitos buenos (osea virtudes) para ahorrar en la luz.
Bajar la potencia
La mayoría de los consumidores no tienen claro qué potencia tienen contratada y que aparece indicada en ese jeroglífico que es la factura. Con la subida de los precios en el último trimestre de 2013 se lanzó la campaña bájate la potencia, promovida por una veintena de organizaciones de distinto ámbito, preocupadas por la subida de las partes fijas de la factura que no dependen directamente del consumo del usuario. Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), el consumo de un hogar promedio al año en España es de 3.487 KWh. Desde la página web que se estrenó junto a la campaña, se dan herramientas para poder valorar la potencia que cada hogar necesita y así elegir la más adecuada para cada uno. En la mayoría de las compañías, el coste por el cambio de potencia es de 11 euros, pero el ahorro en la factura compensa, según los expertos. En cuanto a sus aspectos negativos, puede llegar a darse la incómoda situación en la que, con todos los aparatos encendidos, salten los plomos.
Contratar una tarifa con discriminación horaria
El nuevo sistema que establecerá la tarifa eléctrica a través del precio que marque el mercado diario no modificará la opción de contratar una tarifa de discriminación horaria o también llamada tarifa nocturna. Es decir, una alternativa para pagar menos en las horas valle, aquellas en las que el precio de la luz es menor —entre las 22.00 y las 12.00 en invierno y las 23.00 y las 13.00 horas en verano—. Así, utilizar los electrodomésticos durante el periodo valle puede reducir el coste de la factura hasta en un 40%, pero hacerlo durante el resto de la jornada puede tener un sobrecoste de hasta el 20%, según cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
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Esta tarifa tiene unos precios más elevados que la estándar durante el día, pero en horario nocturno la luz es tres veces más barata, según las estimaciones del libro Trucos para ahorrar 5.000 euros de Rocío Carneros y Jorge Planelló. “Se pueden reemplazar los radiadores eléctricos e instalar acumuladores de calor para sacarle el máximo partido. Así, puedes programar tus aparatos eléctricos, la lavadora, la secadora, los acumuladores de calor o el lavavajillas para que funcionen durante la noche. Para un hogar medio que consiga desviar el 65% de su consumo al horario de tarifa reducida, el ahorro anual en la factura sería de hasta 200 euros”, calcula los autores en su libro.
Comprar electrodomésticos eficientes
Nuestro hábitos y los electrodomésticos que se usan en el hogar son esenciales para el ahorro en el consumo energético. El conjunto de los electrodomésticos representa entre el 20 y el 60% del consumo total de energía eléctrica, según señalan en el capítulo de Energía y agua del libro Trucos para ahorrar 5.000 euros al año. Otros consejos que se dan en esta misma publicación están relacionadas con los hábitos, como apagar el ordenador cuando no se está utilizando, desconectar todo lo que no se esté usando como la radio, el televisor, la licuadora, el microondas, que provocan el conocido como “consumo fantasma” al mantener estos aparatos en posición de stand by y que representan el 5% de la electricidad consumida en la casa.
Otro de los elementos importantes a tener en cuenta es la etiqueta energética que informa a los consumidores la eficiencia de cada uno de los electrodomésticos que se adquieren. Hay siete clases de eficiencia, identificadas por un código de colores y letras que van desde el color verde y la letra A para los equipos más eficientes, hasta el color rojo y la letra G para los equipos menos eficientes, según informa el IDAE.
Extraido de internet del diario el país. Introducción por AS. Harris
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