MEMORIA HISTÓRICA Y DÍA DE TODOS LOS SANTOS.

Hace tan sólo unos días hemos celebrado en muchos países de cultura cristiana el Día de todos los Santos o el Día de los Muertos como llaman a este primero de noviembre en latinoamérica; halloween en la versión anglosajona, que está invadiendo con sus calabazas y brujas otras culturas con mucha más tradición que la irlandesa. Es lo que tiene la globalización.

Pero no quiero hablar de tradiciones sino de algo que afecta a muchas familias en esta España nuestra de desigualdades y de falta de memoria, precisamente de eso, de la memoria histórica. 

Y diréis, ¿pero qué tiene que ver el tema de la  memoria histórica con el Día de todos los Santos? Pues mucho porque en estos días es cuando muchas familias acuden a los campo santos a llevarles flores a sus familiares difuntos, es cuando nos acordamos de esas personas que ya no están con nosotros, que faltan, que solo habitan en nuestra memoria, ya sea individual o colectiva. Es el día del año en el que a los muertos los tenemos más vivos que nunca. Y los honramos poniéndoles flores en sus tumbas o limpiando sus lápidas de hojas caídas y suciedad acumulada durante el resto del año.

Eso las familias más afortunadas, ¿pero qué pasa con las familias en las que los huesos de sus familiares no estan localizados porque son fruto de revanchas cainitas de nuestra peor guerra, la civil? Pues que para ellos este día no es día de recuerdo sino de sufrimiento, porque ese día no tienen sitio donde honrar a sus seres queridos, no tienen sitio donde poner sus flores, sus velas. Porque ese día debería ser día de celebración para todos y no para unos cuantos, aunque afofortunadamente seamos mayoría.

Por eso desde aquí arengo a que nuestros políticos cumplan la ley de memoria histórica que serviría para reparar los recuerdos heridos de muchas familias cuyos muertos todavían yacen en tristes cunetas de muchos pueblos de ésta, nuestra peor España negra.