Este es un relato que me han premiado en un concurso de la Universidad Popular, organizado con motivo del día de la mujer trabajadora.
La entrega de los premios fue dada por la escritora cartagenera Mar Navarro, que aunque vive y trabaja en Madrid se acercó por la Universidad Popular a saludar y charlar con los alumnos del Bazar de Letras de la UP de Cartagena. Se titula " antes del odio".
"Me molestan tus
andares cuando cruzas una calle o cuando te encaminas hacia mí. Me molesta la
forma que tienes de coger el cuchillo y el tenedor para llevarte la comida
hacia la boca. Me molesta que suspires a mi lado cuando estamos viendo una peli
en el sofá de casa, un domingo por la noche. Me molesta tu respiración cuando
cierro los ojos, cuerpo con cuerpo, e intento dormir tras un día agotador. Me
molestan tus disertaciones sobre política cuando coincidimos a la hora de la
cena y compartimos viandas, televisión, mesa y mantel. Me molesta que eches
primero el azúcar a la taza, previo paso de echarte el café con leche, todas
las mañanas, antes de que siquiera haya empezado el día. Me molesta el ademán
que haces para sacar el tabaco del bolsillo, poner el cigarrillo en la boca,
encenderlo y guiñar un ojo para darle la primera calada. Me molesta que te
moleste que le dé un euro a cada gorrilla que me voy encontrando por las calles
de esta ciudad. Me molesta que mires la hora del reloj, para controlar el
tiempo, cuando entramos en un concierto, en el teatro o en el cine. Me molesta
que no hagas tú la cata del vino, y delegues en mí, cuando lo pedimos en un
restaurante. Me molesta la forma diplomática que tienes de no pagarle el periódico el domingo
al del quiosco, para abonárselo al
martes siguiente. Manías que tengo, es la excusa que me pones cuando te
pregunto por qué lo haces. Me molesta que no te gusten los chiquillos, que no
te enternezcan, que los veas como un mal menor por el que tienen que pasar todas las parejas para consolidar su relación.
O para dar a entender a los demás que al tenerlos, ya son una pareja estable.
Me molesta que te eches uno tras otro, sin parar, los cacahuetes a la boca
cuando nos los ponen al pedir una cerveza en una terraza del centro. Me molesta
que te hurgues la boca con un palillo cuando se te queda alguna hebra de carne
entre los dientes, después de haberte comido un solomillo. Me molesta que prefieras los tenis a las
chanclas en pleno mes de agosto. No te das cuenta de que te huelen los pies,
cari. Me molesta que no me beses de la forma en que lo hacías antes cada vez
que nos despedíamos, si no nos íbamos a ver durante un cierto tiempo. Me
molesta que no recojas la fregaza por la noche y lo dejes para el día siguiente.
Mañana será otro día, dices con una frase que ya has convertido en letanía. Me
molesta que te quedes durmiendo con la radio puesta y no pienses un poco en mí
y te pongas el pinganillo para preservar mi sueño y mi descanso. Me molesta que
prefieras abrir las ventanas a poner el aire acondicionado cuando cae a plomo la
canícula en pleno mes de agosto. Me molesta que te rías más con los sketch de
Mota que con los de Faemino y Cansado. Me molesta incluso el ruido que haces al vivir. Pero lo que más me
molesta es que el ardor en nuestra relación se vaya apagando como un incendio
al que sorprende una lluvia de verano y ya, no podamos hacer nada para
evitarlo."
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