Copas en alto, brindando por el fin de las maratonianas jornadas de montaje del campamento. Romanos y cartagineses celebraron así el jueves por la noche sus actos de convivencia como un adelanto de lo que se vivirá durante los próximos días en el recinto de la rambla de Benipila.
«Esta noche es ya para nosotros los festeros la celebración de la inauguración del campamento. Es un acto interno, que no oficial, para todos los miembros de las tropas y legiones», explicaba la carthaginesa, Marina Velázquez, enrolada desde hace cuatro años en las filas de las Tropas de Magón.
La primera es la noche menos guerrera. Da igual a qué bando se pertenezca. No hay vencedores ni vencidos. «De lo que se trata es de ver a gente que hacía tiempo que no veías, hablar y ponerse al día», explicaba la carthaginesa María José Fuentes, que ponía así punto y final al seguimiento casi diario que este año ha hecho del montaje de las tropas y legiones .
Familias enteras y amigos se reunieron en su parcela festera para degustar una cena con sabor a reencuentro y aderezada con los nervios del que va a vivir algo grande. «Las tropas se juntan y traen comida para celebrar que ya está todo organizado y listo para que comience», explicaba caña en mano el carthaginés Sergio Martínez, de los Lanceros Hoplitas.
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