Son numerosos los estudios científicos que han estudiado el cerebro y los efectos que en él provoca la lectura. A día de hoy se sabe que aumenta la capacidad de concentración, promueve la empatía y representa un ejercicio útil para evitar la pérdida de las funciones cognitivas.
Además, es capaz de modificar su morfología: leer favorece las conexiones nerviosas, algo que se asocia al aumento de la actividad cerebral, especialmente en el hemisferio izquierdo. Al leer una palabra aislada, se estimulan numerosas zonas del cerebro pero cuando se trata de comprender un texto, el cerebro completa los datos del mismo en base a la experiencia e imaginación de cada uno.
Uno de los descubrimientos más llamativos es que al recrear situaciones mediante la lectura se estimulan zonas cerebrales similares a las que lo harían llevando a cabo esas mismas acciones en la vida real.
También se sabe que la lectura, a pesar de ser muy reciente en términos de evolución y algo innecesario para la supervivencia de la especie, ha acabado teniendo un espacio propio en el cerebro. En concreto, el aprendizaje de la lectura juega un papel fundamental la región del lóbulo occipito-temporal izquierdo, situado en la parte trasera de la cabeza, detrás de la oreja izquierda.
En este momento, en el que las nuevas tecnologías y los cambios en los hábitos de vida está llevando a modificaciones en los hábitos de lectura, los científicos temen que esos nuevos hábitos creados por las nuevas formas de comunicación produzcan una alteración de la capacidad de concentración de la lectura, debido al poco vocabulario que se maneja y las abreviaturas utilizadas.
(Extraído de "La Verdad", 22 de abril de 2017).
COMENTARIO: Quienes nos consideramos lectores ávidos del papel escrito sabemos cuánto le debemos a la lectura y nos reconocemos en las conclusiones anteriores, que reflejan los estudios científicos sobre la relación cerebro-lectura.
También nos tememos, al menos yo, que, al aumentar el uso de nuevas tecnologías, se reduzcan los beneficios que provoca la lectura, como el incremento del vocabulario, la mejora en la ortografía, el perfeccionamiento en la manera de hablar, las habilidades sociales, la capacidad de síntesis y la empatía.
El único "pero" que conlleva la lectura impenitente es, a veces, el insomnio (tengo que autoimponerme un horario): cuando urge descubrir alguna trama o empaparse de un poemario...Todo lo demás son ventajas.
Ayer fué el Día del Libro: animaos a disfrutar de la lectura.
