Existe otra España. La que no aparece en las postales, la que muestra el alma del pueblo y las costumbres más ancestrales que conforman nuestra cultura. Los pueblos de España preservan la tradición que se va perdiendo a lo largo de los años. Eso es lo que fotografía Cristina García Rodero. Los rostros muestran las arrugas de las mujeres de tantas horas trabajando en los campos. Todos éstos muestran los sufrimientos del día a día en un país a las puertas del desarrollo.
Los ritos religiosos también están presentes muy profundamente en la idiosincrasia popular, algo que a toda persona ajena a esta cultura le impresiona cuando asiste a esta exposición. El hecho de que sean fotografías en blanco y negro da más fuerza visual y sentimental a las fotos.
Cuando asistí a la exposición, sentí que las fotos me transmitían una realidad irreconocible para la gente de generaciones posteriores, realidades no concebidas en el siglo veintiuno, pero que era el día a día cotidiano de nuestros abuelos .
Mis fotos preferidas de la exposición
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