Esta novela, la primera publicada de María Dueñas, narra la historia de Sira Quiroga, una joven que no conoce a su padre y que trabaja como costurera junto a su madre en el taller de doña Manuela, situado en un Madrid con ambiente republicano. Su vida transcurre con normalidad, hasta que irrumpe en ella un vendedor de máquinas de escribir, Ramiro, que posee un gran don de gentes y que la embauca de tal manera que Sira se enamora perdidamente y se olvida de todo a su alrededor. Sólo vive por y para Ramiro. Con él viaja a Tánger, dejando atrás Madrid y a su madre, y allí su vida da un giro inesperado. Sira tendrá que aprender a salir a flote por sí misma y en un territorio totalmente desconocido para ella: Tetuán, capital del Protectorado español, donde sus conocimientos de costurera, las telas y los patrones jugarán un papel muy importante en su existencia…más de lo que ella misma pueda imaginar.
El tiempo entre costuras te engancha desde el principio y se va haciendo más emocionante conforme se avanza en su lectura. El libro se divide en varias partes, pero hay dos bien diferenciadas. La primera, en la que se describe a la perfección la esencia y los ambientes de los escenarios morunos y madrileños en los que se desarrolla la trama, y la segunda, en la que las persecuciones y el espionaje están a la orden del día y hacen que el lector no pueda despegarse del libro.
Merecen una atención especial algunos de los personajes secundarios, como doña Candelaria o Rosalinda Fox.
En definitiva, se trata de un libro muy entretenido y de fácil lectura, en el que se mezclan a la perfección política, pasión, intriga, realidad y ficción. ¡Lo recomiendo sin ninguna duda!
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