lunes, 9 de julio de 2012

EL GRAN CAFÉ



Después de la siesta, apetece tomarse algo. Sea en una tarde fresca o cálida. Un buen aperitivo acompañado de un refresco o bebida de cualquier tipo, es cuando mejor esta la gente durante el día. Las personas se cuentan marujeos, recuerdan momentos, hay charlas de política, deportes o temas de cualquier otra índole. Los que tienen hijos ven como juegan por los parques; hay enamorados sentados en un banco dándose un beso, y los más osados de un grupo de gente, que se han juntado, en la terraza de un bar o dentro, se atreven  a contar chistes. Los más mayores recuerdan como eran sus mejores tiempos o se atreven a jugar, incluso apostando, a juegos de mesa. Por el verano el sol resplandece con una sensación de decir lo maravilloso que el mundo a veces, y en invierno, como un buen café para calentar el cuerpo, no hay nada mejor.
Desde tiempos antiguos, los sitios de reunión siempre han sido lugares para olvidarse de los problemas, como las posadas, salones en tiempos del oeste americano, que en realidad, no fueron siempre estos últimos tan malditos como lo describen las películas americanas; más bien, esas situaciones de mal rollo eran escasos. Sobre todo, en las tabernas, la gente se hinchaba a beber y a pasarlo bien.
Como la hora del café y esa tarde tan mágica, es el mejor momento del día.
Por ejemplo, lo ingleses, tienen una hora tradicional por la tarde, para tomarse el té.
Alrededor del siglo XIX, muchos escritores, compositores de música, inventores y hasta científicos, se reunían en los cafés y se lo pasaban bien, haciendo tertulias y comentarios.
Actualmente, por la tarde, se sigue teniendo esta “mágica” costumbre. Por las noches, están las discotecas u otros sitios que funcionan, pero como un buen café por la tarde; no hay nada mejor.

¡¡¡  ESTE VERANO, NO OLVIDARSE DE ESE MOMENTO MAGICO DE TOMARSE UN REFRESCO O UN GRANIZADO DE CAFÉ!!! JAJAJA.


     

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