viernes, 15 de febrero de 2019

Crítica de la película: Armados y Cabreados (2011)



Director: Bobcat Goldthwait

Guion: Bobcat Goldthwait




REPARTO: Joel Murray, Tara Lynne Barr, Melinda Page Hamilton, Mackenzie Brooke Smith, Rich McDonald .




Sinopsis:


Frank despedido de su trabajo, divorciado, con una hija que no le aprecia , obsesionado por los concursos de televisión que tratan sobre talentos y por los programas de información ultraderechistas que siembran el odio en la sociedad americana será diagnosticado de un cáncer terminal. Este será el detonante para que armado y cabreado se atreva a asesinar a la joven estrella de un programa juvenil. Una de las chicas del instituto de la famosa decidirá unírsele en una orgía de sangre por todos los EE.UU.,     constituyéndose en una suerte de Bonnie and Clyde contemporáneos que no dejaran títere con cabeza .



Crítica:
La película no fue estrenada  en cines en España, pasando directa a video. Destaca por el reparto poco conocido y su crítica implícita a la sociedad occidental. El film  tiene un gran grado de violencia: Contra la sociedad televisiva, los que molestan en el cine, los directores de un cierto cine , los músicos de un cierto tipo de música, quizás el resumen de la película nos lo dan los interpretes en un momento de la misma en que proclaman “ Alice Cooper es Dios”.El músico de Detroit parece resumir los valores del dueto en cuestión con  su maquillaje, su proveniencia de la América profunda, que se maquilla para ir contra todo lo ultramontano o añejo: los telepredicadores , los comentaristas políticos que cargan contra todas las razas que no sean la anglosajona blanca. Los realitys donde prima la imagen por encima del talento, donde se ríen de pobres chicos con aires de superioridad, los programas de adolescentes donde se prima el premio fácil etc. El final del film con la representación de la autoinmolación de América perpetrada por Frank ( ese Walter White profético) pudo ser una metáfora de ocho años antes sobre el fin de un mundo que Donald Trump ahora mismo se ha encargado de perpetuar con frases tan simples como “Construyan Ese Muro”.







viernes, 1 de febrero de 2019

PERRO NO COME CARNE DE PERRO





En un episodio de los Simpson, Bart se hace pasar por un niño que ha caído en un pozo, el pequeño  Timmy O´Toole, para luego caer realmente en un pozo y intentar ser salvado por todos los ciudadanos.



Estaba cantado el espectáculo diario de los métodos de comunicación respecto a la caída del pequeño Julen  a un pozo ilegal  de inspección de aguas freáticas mal tapado. Reporteros de lo amarillo reciclados en serios informadores. Programas del corazón que se reconvierten camaleónicamente en serios informativos para justo después contar los líos de  cama de una exazafata de Telecupón en el Ritz de Madrid con un actor de Hollywood. Los acontecimientos diarios de un reality show donde un grupo de famosillos se dedican a representar un teatrillo de amores y desamores guionizado. Llegando un día a presentarse los miembros de un equipo de Televisión todos de luto esperando el óbito del chaval.



Al accidente de Julen no le han faltado todos los tópicos de una tragicomedia televisiva, los abnegados ingenieros (los mejores de Andalucía), las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado velando por la salud de todos , un grupo de psicólogos que  asesoran noche y día al desconsolado matrimonio,un guía espiritual que es Juan José Cortés que apoya infatigablemente y comparte vivencias con el padre. Los calditos de pollo y chocolates que las amas de casa del pueblo les llevan a los trabajadores. Los medios humanos y materiales venidos de todo el país, incluso de la muy avanzada Suecia. Los heroicos mineros asturianos dispuestos a rescatar a quien sea arriesgando para ello su vida. Los que prestan casas a cambio de nada para dar refugio a los cansados obreros. Lo dicho toda una tragicomedia que recuerda a la genial película de Billy Wilder  “El gran  carnaval”, donde un periodista sin escrúpulos alarga el accidente de un minero en un pueblecito para progresar profesionalmente.



Especialmente dramáticas resultaron las últimas horas del acceso de los  mineros al cuerpo del chaval donde por youtube y en directo streaming  de Mediaset y otros grupos mediáticos   corrían todo tipo de bulos. Desde que los brigadistas estaban a 15 centímetros y el niño estaba vivo ,a plegarias llegadas de todos los países del mundo.



Al final se confirmó la tragedia y el espectáculo también volvió a repetirse. Por el PP y por España decía Juan Antonio Cortés que iban a sacar al niño. Un diario digital afirmaba que el pozo era una cuestión de drogas de un familiar del padre del niño, noticia contrastadísima por cierto que se demostró completamente falsa.



Pasado el entierro no tardaría en llegar el ruido mediático en ciertos periódicos y publicaciones acerca de la metodología dudosa  de los medios de comunicación, pero apuesten durará poco, perro no come carne de perro. El show debe continuar.