viernes, 26 de enero de 2018

CERTEZAS

No todos somos iguales ni reaccionamos ante los mismos estímulos de una forma autómata, preestablecida o con un mismo patrón emocional. Ante hechos iguales reacciones o aprendizajes vitales distintos. 
Comienzo así para hablar de los ingresos en las plantas de agudos de psiquiatría. Porque si hablas de esta experiencia, siempre traumática,  con cien personas con malestar psiquico que hayan sufrido en sus carnes una situacion así, tendremos cien respuestas distintas, aunque el personal de salud mental de la planta en donde han estado ingresados hayan sido los mismos. Y voy más allá: con esas premisas, dos ingresos para una misma persona con malestar psíquico, en diferente espacio de tiempo, también acarreará dos experiencias distintas. 
Hay veces en que el personal sanitario tampoco reacciona igual ante personas con malestar psíquico y sacan sus malos modos, sus frustaciones, sus problemas vitales con personas que están sufriendo, por su ingreso y por su estado mental en ese momento, y además por el trato que reciben del personal sanitario. Y estoy exponiendo esto de una forma muy benevolente y suave, lo sé.
Por eso desde este espacio reclamo un trato digno y cumplimiento del artículo 5 de la de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en los ingresos de las personas con malestar psíquico en las plantas de psiquiatría de toda España, porque somos personas y, ni nosotros ni nadie, merece ese tratro vejatorio que a veces ocurre en esas plantas. Más veces de las deseables. 
Por eso desde aquí reclamo 0 contenciones, 0 aislaminetos forzosos, 0 ingresos involuntarios,  y que podamos elegir, como ocurre con otros enfermos del hospital, porque se trata de nuestra vida, si queremos o no aceptar la medicación que nos impone un señor con bata blanca, el psiquiatra, que en la mayoría de los casos no nos ha visto en la vida y que tiene el "poder", en ese momento, de si continuamos o no y por cuanto tiempo en nuestro estado de privacidad de libertad; quiero manifestar aquí que se conocen plantas, como la del hospital de Inca en Mallorca donde se practica un ingreso con puertas abiertas donde los pacientes pueden entrar y salir a su antojo. Y no pasa nada, al revés, la persona con malestar psiquico no sufre tanto, se mitiga su sufrimiento.
Y también existen plantas y hospitales donde no se practican contenciones mecánicas como en Trieste(Italia), Finlandia y Reino Unido, entre otros paises. ¿Si se puede allí por qué no aquí?, nos preguntamos nosotros
Creo que falta todavía mucho para que este discurso cale tanto en la sociedad como en los profesionales que tratan nuestros brotes, pero gracias a las asociaciones en primera persona que funcionan en España se están emponderando-palabra que no me gusta pero la uso aquí por comodidad-y visibilizando personas que padecemos una situación que a nadie gusta, las que padecemos personas con malestar psíquico o, como a mí me gusta llamarnos, psicodolientes.  
Porque a nosotros nos duele el alma y el alma no se cura con contenciones mecánicas ni con una pastillita sino con trato digno, mejor trato, paciencia y comprensión, mucha comprensión.
De eso estoy seguro.       

BASI JORQUERA
 

2 comentarios:

  1. felicidades por el artículo no puedo más que darte la razón y la lucha empieza pr nosotros mismos así ánimo a todos y a buscar la horizontalidad y el trato digno. Saludos.

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  2. felicidades por el artículo no puedo más que darte la razón y la lucha empieza pr nosotros mismos así ánimo a todos y a buscar la horizontalidad y el trato digno. Saludos.

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